abril 19, 2011

Aquel Chico

Llorar, era la diversión mayor de aquel chico triste, de aquel solitario soñador. Pues, la sociedad perdonará siempre al criminal, y jamás al soñador.
 Su mejor amigo era el miedo, su hermano de vida era el llanto, y su amor de la infancia eran sus lágrimas. Y es que nadie comprendía a aquel chico, a aquel patito feo que soñaba con ser cisne, para ser aceptado, comprendido, visto como a un igual por sus pares. Esos pares que lo excluían por verlo distinto, por ser “raro”.
 Y Hoy aquel patito es Cisne, y vuela entre sus sueños, que es donde todos deberíamos hacerlo, que es donde todos deberíamos desear vivir, en nosotros mismos, donde nadie puedo excluirnos, donde nadie puede criticarnos por ser quienes queremos ser, y es sólo en nuestros sueños donde somos quienes queremos, donde somos realmente libres.
 

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